El constante incremento en la demanda del billete de más alta denominación en el país, el de Bs. 100, tiene varias aristas que van desde la alta inflación hasta la demanda vertiginosa que
ha tenido esta pieza en la frontera colombo-venezolana. Acabar con su
contrabando en la zona fronteriza pasa por resolver algunos aspectos de
la política macroeconómica en Venezuela y la derogación de normas
legales por parte de Colombia.
Funcionarios han
señalado la necesidad de que el gobierno colombiano revise la
resolución Número 8 que permite a las casas de cambio de la frontera,
colocar el precio de la relación bolívar-dólar, la cual es mucho menor a
la tasa oficial que establece el Banco de la República (banco central). Esta normativa hace que se cree un diferencial cambiario que genera grandes ganancias.
Mientras,
analistas económicos reiteran que los controles en el país generan
serias distorsiones en los precios y hace que el contrabando de bienes,
de la gasolina y hasta de bolívares en efectivo siga siendo un negocio
“altamente rentable”.
Durante este año se ha generado una escasez del billete de Bs. 100 en el mercado monetario, por lo cual el Banco Central de Venezuela (BCV) ha
ordenado una serie de medidas que se basan en la restricción de
efectivo en cajeros automáticos y en taquillas bancarias en todo el país
y, especialmente, en los estados fronterizos, según informaron fuentes
ligadas al sector financiero venezolano.
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