El nuevo Sistema Marginal de Divisas, que fue presentado por las autoridades del gabinete económico como un mecanismo libre en el que tanto personas naturales como jurídicas pueden comprar y vender dólares y bonos a una tasa fijada por el mercado, es una opción lejana para que la mayoría de los venezolanos haga transacciones en moneda extranjera.
Desde el 12 de febrero, cuando comenzaron las operaciones de este sistema, hasta este viernes la tasa de cambio estuvo alrededor de 170 bolívares por dólar, un tipo de cambio que es 26 veces la tasa preferencial de 6,30 bolívares por dólar y 13 veces la tasa del Sistema Complementario de Administración de Divisas, que está en 12 bolívares por dólar.
Especialistas reseñados por El Nacional, coinciden en que el ingreso que tiene el grueso de los venezolanos no alcanza ni siquiera para ahorrar en bolívares, por lo que es poco probable que haya dinero para acudir a los operadores cambiarios que expenden a particulares dólares tanto en efectivo como por transferencias.
El cupo de dólares que el Centro Nacional de Comercio Exterior permite usar a los venezolanos de 3.000 dólares para viajes al extranjero y para compras por Internet en comercios internacionales se mantiene a la tasa del segundo mecanismo oficial que está en 12 bolívares por dólar, pero que variará cuando se hagan las subastas, pero para comprar más dólares por la vía legal hay que ir al Simadi.
En las casas de cambio las divisas se venden a los particulares en el llamado mercado de menudeo. Si se reúnen los requisitos exigidos: copia de la cédula de identidad y del registro de información fiscal y se declara el origen y destino de los fondos, se pueden comprar por día hasta 200 dólares en efectivo o su equivalente en otra moneda, mientras que si es por transferencias se pueden adquirir hasta 300 dólares. Al mes el límite es de 2.000 dólares y al año es de 10.000.
En los bancos públicos y privados también pueden acudir los particulares a comprar divisas en efectivo y por transferencia, pero para hacer la transacción se debe comprar mínimo 300 dólares al día.
“Es cierto que el Simadi da la opción a los particulares de comprar, pero cuando se compara el sueldo que tienen los venezolanos y la tasa de cambio del sistema la conclusión es que el ciudadano común no puede adquirir divisas. Termina siendo un sistema para personas privilegiadas y empresas”, afirmó el economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica.
Según cálculos de la firma, el salario promedio de los venezolanos es 1,5 veces el sueldo mínimo –5.622,48 bolívares–, es decir, 8.433,72 bolívares o 281,12 bolívares por día. Si se parte de esta cifra, el ingreso diario de un venezolano no alcanza para comprar 2 dólares en el Simadi.
Para hacerse con los 300 dólares que se pueden comprar por día en las casas de cambio los particulares deben gastar lo que se gana en 6 meses de trabajo y para optar a los 2.000 dólares que se venden al mes hay que invertir lo ganado en 40 meses.
“Cuando se empezaron a dar los detalles del sistema mucha gente dijo que se harían colas afuera de los operadores, que irían muchos clientes interesados en comprar divisas, pero eso no va a pasar. No es lo mismo hacer cola en un supermercado para comprar productos regulados que ir a una casa de cambio a transar dólares a 170 bolívares”, agregó Oliveros.
El analista Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, coincidió en que es una tasa de cambio a la que no tiene acceso la mayoría de la población, pero afirmó que en el Simadi el propósito principal no es que las personas naturales adquieran dólares, sino oxigenar la demanda de divisas en el mercado.
“El gobierno no está creando este sistema para que la gente tenga cobertura patrimonial en dólares, sino para abrir un mercado que estaba cerrado. El poder adquisitivo de los venezolanos está absolutamente afectado, pero eso no tiene que ver con el tercer mercado oficial de divisas”, insistió.
León considera que aunque el gobierno pudo tomar otras medidas cambiarias que ayudaran a mejorar los problemas económicos actuales, en la teoría el Simadi tiene ciertas ventajas.
“Se debió ir a una unificación cambiaria que evitara el arbitraje y las distorsiones, pero después de todo en el tercer sistema hay cosas positivas, se les permite a los interesados participar legalmente en la adquisición de divisas en lugar de ir a un mercado paralelo, además se reconoce el hecho de que ya existía una tasa elevada”, afirmó.
Los especialistas insistieron en que el impacto real del nuevo mecanismo se medirá mejor con el paso del tiempo. “Pero para que funcione, el gobierno no puede hacer restricciones. Es mejor que permitan que suba la tasa de cambio y se puedan hacer las transacciones a que intente mantener el precio, pero restrinja las operaciones”, dijo León.
91,8 % aumentó la canasta alimentaria entre diciembre 2013 y diciembre 2014, según el reporte del Cenda. Se ubicó en 12.306,09 bolívares; 171,03 bolívares por dólar fue la tasa de cambio promedio ponderada en la que cerró el Simadi el viernes, 0,32 dólares menos que el jueves; 20% caerá el poder adquisitivo de los venezolanos este año, según cálculos de Ecoanalítica.
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