Crear condiciones, medir consensos, pasar al acto. Esa secuencia está en desarrollo y tiene problemas que son tapas de diario. La cuestión Venezuela ha ingresado en una zona de tensión donde los filos de las palabras son el terreno público de los desacuerdos que existen tras las puertas. En términos sintetizados: intervención si o no, qué tipo de acción, quiénes a la cabeza.
- Las condiciones están en construcción permanente desde hace años. Funciona al igual que el ataque sobre la economía: cada más fuerza, volumen, actores. El epicentro de la matriz se ha centrado en la crisis humanitaria/éxodo/violación de derechos humanos. La multiplicación y posicionamiento diario de este imaginario se ha hecho a través de grandes medios de comunicación, presidentes y diversos funcionarios de gobiernos de derecha, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales.
El objetivo es generar el punto de apoyo que justifique nuevas acciones en los pasillos donde se toman decisiones y en la opinión pública. Ataques sobre la economía, de manera a presionar con un bloqueo creciente, y sobre lo internacional, como el intento, por ejemplo, de llevar a Nicolás Maduro a la Corte Penal Internacional, una acción que los cancilleres de Argentina, Perú, Chile, Colombia y Paraguay buscarán activar desde la asamblea general de Naciones Unidas. Es parte del plan, lo esperable, los velos caídos. Para algunos no es suficiente: si esto es una dictadura entonces se debe recurrir a otras vías. Allí los consensos que no alcanzan, las disputas sobre objetivos y métodos.
http://www.15yultimo.com/2018/09/20/con-el-arma-cargada-por-que-no-han-intervenido/
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