sábado, 3 de noviembre de 2018

Hiperinflación: Arma imperial (IV) Argentina, 1988

Por: Pascualina Curcio
“Quienes tienen menos de cuarenta años de edad quizá no lo recuerden, pero el precio del dólar en el mercado paralelo era una información que aparecía muy frecuentemente en la tapa de los diarios y se encontraba destacada entre las series estadísticas que actualizaban diariamente las publicaciones especializados en economía y finanzas.

Domingo Cavallo, 2011. Exministro de economía de Argentina (1991-1996) Los argentinos también padecieron lo estragos de la hiperinflación. Durante la década de los 80´y hasta principios de los 90´, los precios aumentaban de manera acelerada y sostenida. A 4.924% llegó la inflación el año 1989 y a 1.344% en 1990. Los precios comenzaron a registrar aumentos a partir del año 1983, lo que coincide con la llegada al poder de Raúl Alfonsín, quien se desempeñó como presidente de la Nación Argentina durante el período 1983-1989. Durante su gobierno debió enfrentar elevados niveles de precios, los cuales trató de enfrentar con distintos planes, el primero de ellos, el Plan Austral de junio de 1985 mediante el cual se cambió la denominación monetaria del peso argentino al austral y se congelaron todos los precios de la economía. Si bien el Plan Austral permitió detener la escalada inflacionaria durante 1985 y 1986, los precios comenzaron a aumentar nuevamente en 1987. En 1988, Alfonsín implementó un nuevo plan, el Primavera, que tampoco logró detener la inflación, por el contrario, en 1989 se registró el primer episodio hiperinflacionario.

Fuertes presiones por parte de la población, explicadas entre otras razones por la situación económica, caracterizaron esos años. Entre las medidas económicas, se implementó el Plan Alimentario Nacional (PAN) para paliar los efectos de la hiperinflación. Consistía en la distribución, a nivel de municipios, de cajas de comida que incluían leche, harina de maíz, de trigo, pasta, arroz, frijoles, aceite y carne enlatada. Otro plan se puso en práctica en agosto de 1988, el Primavera, cuyo principal objetivo también era contener la inflación. Se decidió no congelar los precios sino llegar a un acuerdo con las empresas. Entre las acciones emprendidas resaltamos la liberación del mercado cambiario en febrero de 1989.



Dada la situación política, Alfonsín decidió adelantar las elecciones presidenciales para el 14 de mayo de 1989. Debieron haberse celebrado el 10 diciembre del mismo año. En vísperas de las elecciones sucedieron manifestaciones y saqueos a supermercados, pero además se registró un aumento muy acelerado de los precios. De hecho, el primer episodio hiperinflacionario se registró antes y durante los comicios], en mayo, junio y julio de 1989 los precios variaron 78%, 114%, 197% respectivamente. El periódico especializado en economía “Ámbito financiero” en un artículo publicado el 15 de diciembre de 1989, titulado “El país entró en la era de los golpes de mercado en lugar de los antiguos golpes de Estado que hacían los militares”  mostró la nueva modalidad para derrocar gobiernos, relacionada con la manipulación de variables macroeconómicas y de los mercados.

Al respecto, Adamovsky afirmó refiriéndose a la salida adelantada de Alfonsín de la presidencia:
“se trató de una escalada de precios deliberadamente provocada por los sectores empresariales y financieros más concentrados para poner de rodillas al sistema político. En efecto, la experiencia de la hiperinflación fue tan traumática que desde entonces la sociedad reclamó la estabilidad económica por sobre todas las cosas. En lugar de un golpe de estado se trató de un golpe de mercado, según la expresión que se acuñó entonces. Y en verdad sus efectos inmediatos no fueron del todo diferentes: Alfonsín se vio obligado a abandonar el poder antes del fin de su mandato y entregar la presidencia a su sucesor.” (subrayado nuestro). Desde ese momento fue acuñado el término “golpe de mercado” para referirse a todas aquellas acciones que los poderes económicos emprenden para incidir sobre aspectos políticos. En julio de 1989, Carlos Menen asumió la presidencia de la República. Al igual que Alfonsín debió enfrentar el flagelo de la hiperinflación, para lo cual aplicó políticas neoliberales siguiendo la receta del Consenso de Washington: privatizaciones, liberación de los precios, aumento de los impuestos, especialmente al valor agregado, disciplina fiscal y monetaria y reducción de la cantidad de dinero.

El 27 de marzo de 1991 fue aprobada la ley de convertibilidad, que estuvo vigente durante 11 años y se basó en la restricción de la emisión monetaria en función de la cantidad de reservas internacionales de las que disponía el país. Se trata de un paso previo a la dolarización, en la que se limita la cantidad de dinero a ser emitida, y con ella también la participación del Estado en la economía y en el desarrollo de programas sociales, viéndose obligado al endeudamiento y a la privatización.
Mágicamente y de repente, en cuestión de días, a partir de la convertibilidad se detuvo la inflación. También se había detenido la publicación diaria en las tapas de los periódicos, el supuesto valor de la moneda. Ya no era necesaria la información, ya la economía argentina se había cuasi-dolarizado, dependía de la cantidad de dólares atesoradas en las reservas internacionales, dependía también del endeudamiento externo y las condiciones impuestas por el sistema financiero internacional para su otorgamiento.

Durante los 80´ la inflación se mantuvo en 3 dígitos, con un pico importante en 1984. Siguió así hasta 1991, momento en el que los niveles inflacionarios comenzaron a descender ubicándose en 2 dígitos. Ya para 1992, los precios fueron controlados.

 http://www.15yultimo.com/2018/10/22/hiperinflacion-arma-imperial-iv-argentina-1988/

Paradoja Bolívar-Petro

Por Pasqualina Curcio Curcio
Un error se pudiese estar cometiendo al anclar el bolívar al petro, particularmente por la metodología de cálculo que el equipo económico está empleando para relacionar ambas monedas.
Según el BCV debemos dar 3600 bolívares soberanos por cada petro. Esta relación bolívar-petro se basa en dos variables: 1) el tipo de cambio entre el bolívar y el dólar (60 BsS/US$) y 2) el valor del petro, que para el momento del cálculo (20 de agosto de 2018) se ubicaba en 60 US$, lo que equivale al precio de 1 barril de petróleo. Al multiplicar ambos valores se obtienen los 3600 BsS/petro.
Es el caso que cuando aumenta el precio del petróleo de, por ejemplo, 60 a 100 US$/barril, por una parte se aprecia el petro, y por la otra, la relación bolívar-petro pasará a ser 6000 BsS/petro, lo que resulta de multiplicar el tipo de cambio, 60 BsS/US$ por el nuevo valor del petro, 100 US$/petro. Es decir, debemos dar más bolívares por cada petro, por lo tanto, el bolívar se deprecia con respecto a esta criptomoneda.
Al anclar el bolívar al petro y éste, a su vez, al barril de petróleo, cualquier aumento del precio del hidrocarburo (único bien de exportación de nuestra economía) implicará, paradójicamente, una depreciación del bolívar. El que la moneda nacional se deprecie cuando aumenta el precio del petróleo en un país, que como el nuestro es mono exportador de este hidrocarburo, es por decir lo menos, ilógico.
Adicionalmente, esta metodología de cálculo no resuelve la dependencia de nuestra moneda con respecto al dólar o cualquier otra divisa. Por el contrario, utiliza como segunda variable el tipo de cambio, cuya manipulación política es una de las principales armas de la guerra económica. Así anclado, cada ataque a la moneda incidirá sobre la relación bolívar-petro, legitimando la agresión, incorporándola formalmente a la economía y por tanto, potenciando sus efectos.
Si el tipo de cambio aumenta de 60 BsS/US$ a 200 BsS/US$, la relación bolívar-petro será 12000 BsS/petro (estamos suponiendo que el precio del petróleo permanece en 60 US$/barril). Recordamos que desde el 20 de agosto nos han atacado 266% nuestro signo monetario (lo han llevado de 60 a 220 BsS/US$).
Este error no sería tan mayúsculo si no fuese porque es el bolívar, y no el petro, la moneda de circulación nacional, es la unidad en la que se marcan todos los precios en nuestra economía. La depreciación del bolívar, en este caso con respecto al petro, pero como consecuencia de su supuesta pérdida de valor con respecto al dólar, incidirá sobre los niveles de precio de la economía, generará inflación.
Sumemos a este error, por una parte, el riesgo de la fuga de nuestras divisas al permitir el intercambio de bolívares por petros. Divisas que necesitamos para recuperar las reservas internacionales y por esa vía fortalecer el bolívar.
Por la otra, el hecho de que al autorizar la circulación de las dos monedas a nivel nacional, no solo se cumplirá la Ley de Gresham mediante la cual la más fuerte desplaza a la más débil, sino que adicionalmente, al anclar una con respecto a la otra, por definición competirán, es decir, la apreciación de una depende de la depreciación de la otra, lo que le facilita a Gresham su trabajo. En este caso, el bolívar estará en desventaja. Si se quiere fortalecer el bolívar no debería permitirse la circulación simultánea de ambas monedas. El petro debe quedar exclusivamente como divisa para el intercambio comercial extranjero.
Anclar el bolívar al petro no detendrá la manipulación política del tipo de cambio, por lo tanto, siendo el ataque a la moneda el factor determinante del aumento de los precios generales de la economía, tampoco detendrá la hiperinflación. Al contrario y dadas estas paradojas, el bolívar en lugar de fortalecerse se debilitará.
Es el bolívar el que debemos fortalecer si queremos detener la hiperinflación, no el petro.
Fortalecer el bolívar pasa, por lo menos, por dos medidas: 1) anclar el bolívar directamente a los commodities y no a través del petro; 2) recuperar las reservas internacionales.
  • Anclaje directo del bolívar a los commodities:
Desarrollaremos un ejemplo con números sencillos de manera de explicar el procedimiento de cálculo, luego lo haremos con las cifras reales.
Supongamos que decidimos que la riqueza que servirá para calcular el valor del bolívar es el oro (puede ser el petróleo, los diamantes, o una canasta de ellos). El cálculo dependerá de tres variables: 1) la cantidad de bolívares soberanos que circula en nuestra economía; 2) la cantidad de oro disponible, certificado y monetizado en las bóvedas del BCV; 3) el precio internacional del oro.

 http://www.15yultimo.com/2018/10/29/paradoja-bolivar-petro/

jueves, 25 de octubre de 2018

Elecciones en Brasil


En las elecciones presidenciales brasileñas celebradas el día 8 de octubre del presente año, se impuso el candidato de la extrema derecha Jair Bolsonaro (46,03% de los votos), frente al candidato del Partido de los Trabajadores
Fernando Haddad (29,28% de los votos). No hemos podido asimilar, cómo es que un excapitán del ejército que ha expresado nostalgia por el régimen militar brasileño y con posiciones racistas, homófobas y defensor de la pena de muerte, haya obtenido este porcentaje de votos.

Más allá de haberse convertido en el candidato de la gran prensa brasileña, de los grandes terratenientes, del sistema financiero, así como “extrañamente” de los medios sociales e inclusive del sector dominante del ejército de su país, ha sido el producto de la gran unidad que se dio entre la derecha liberal y la extrema

Derecha contra el Partido de los Trabajadores (PT) al cual combatían cual “partido
Comunista” e inclusive cual ideología bolivariana. Ya en abril de 2017, decía Helio Beltrao (Presidente del Instituto von Mises) en la apertura del Foro de la Libertad que se realiza desde hace más de 30 años en la ciudad de Porto Alegre, que “nosotros hemos hecho descender miles de jóvenes a las calles en contra del Partido de los Trabajadores y expulsar las izquierdas del poder”; esto, a propósito de la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff en el año 2016, lo cual demuestra, que al igual que en Venezuela, ese grupo de jóvenes de los sectores medios que salieron a la calle desde la reelección de Dilma, en realidad buscaban
la polarización con el PT identificándolo como comunista, al igual que en la Guerra Fría. Bolsonaro es producto de esta guerra de la derecha continental contra el PT.


Octubre, Resistencia y Victoria para siempre


El 10 de octubre de 2002, el Comandante Hugo Chávez decreta el fin de la “celebración del Día de la Raza” y el inicio de la conmemoración cada 12 de octubre del Día de la Resistencia Indígena. Casi diez años después, el 4 de octubre de 2012, bajo la lluvia del cordonazo de San Francisco, en el épico cierre de la campaña electoral, con la que triunfó 3 días después en las elecciones presidenciales, con el apoyo de más de 8 millones de votos, el mismo Comandante Chávez afirmaba: “Ha pasado un tiempo ya largo en esta batalla. Nosotros venimos de lejos; esta batalla nuestra es larga, esta batalla nuestra tiene más de 500 años en esta tierra. Aquí estamos los hijos de Guaicaipuro. ¿Quién se siente aquí Guaicaipuro? Todos somos Guaicaipuro y su grito de guerra contra el imperio español, “Ana Karina rote”. De ahí venimos nosotros, de la resistencia aborigen (…) nos costó mucho llegar aquí en 500 años de batalla, de 1492 a 1992, 500 años de lucha”.

El hermano Nicolás Maduro asumió la conducción de la Revolución Bolivariana como Presidente desde el 19 de abril de 2013, luego de la siembra del Comandante Chávez, el 5 de marzo del mismo año.Han sido más de cinco años de gobierno del presidente Maduro, y los intentos para derrocarle con violencia paramilitar urbana, asedio económico interno, bloqueo de las operaciones comerciales y financieras internacionales de Venezuela, conspiración de gobiernos lacayos del imperialismo norteamericano y hasta un magnicidio frustrado, son historia sufrida por el pueblo venezolano y el asedio continúa.

Durante una entrevista a la Voz de América, el exembajador de Estados Unidos (EEUU) en Venezuela, William Brownfield, aseguró sobre la situación actual de Venezuela: “En este momento, quizás, la mejor resolución sería acelerar el colapso aunque se produzca un periodo de sufrimiento mayor por un período de meses o años ”.Desde la República Bolivariana de Venezuela, en Revolución Bolivariana, construyendo el Socialismo Bolivariano del siglo XXI, decimos: Cada mes de octubre conmemoraremos el “Día de la Resistencia Indígena” y el “Cordonazo de San Francisco” bajo la lluvia en las 7 avenidas, y celebraremos para siempre la Victoria del Comandante Chávez. Dios, nosotras y nosotros, el pueblo mediante, por el camino de Chávez, ¡con Maduro VENCEREMOS!

Casi frustran el apoyo que maduro me pidió


Escuchar o leer la frase “sacar a Maduro”, no cobra mayor sentido cuando quien la emite es alguien impregnado por el odio de clase que la derecha venezolana siempre cultivó y cultiva aún, enceguecida por el egoísmo y la avaricia. Como decimos en el argot periodístico, eso no es noticia. Lo que sí parece serlo, es el hecho de que sea transmitida a un niño de apenas 9 añitos, víctima injusta de una disociación que por momentos parece interminable. La reflexión viene a capítulo a propósito de haber presenciado semejante aberración este fin de semana, justo cuando me proponía escribir sobre el aumento–también aberrante- del pasaje que en Caracas están aplicando diferentes líneas urbanas que “olvidaron” que la tarifa es de Bs. S 1. Mi intención era pasarle el dato al presidente Nicolás Maduro, quien en cadena nacional solicitó ese apoyo informativo.

Todo ocurrió cuando delante de varios adultos el referido infante jugaba con un avioncito de papel, elaborado con una hoja arrancada de un cuaderno. Como impulsado por el impacto de un rayo que quién sabe en cuál zona del cuerpo le habría caído, el cincuentón de esta historia tomó la aeronave infantil que previamente había caído muy cerca de sus pies, para regresarla al niño, al tiempo que le ordenaba: “Toma el avión. Ese es el avión para sacar a Maduro”. La respuesta del varoncito estuvo en sus ojos. Obviamente, no se explicaba lo que sucedía. No lograba leer aquella instrucción, forrada con una sonrisa que a estas alturas me parecía macabra. Si alguien imagina que intervine en el asunto, acierta.

Lo hice. “A ese no lo saca nadie y con violencia, menos”, señalé al abusador mientras hacía un gran esfuerzo para evitar que el niño se percatara del desagradable “diálogo”. Aquella escena no deja de darme vueltas en la cabeza. No es su hijo, y aun siéndolo, no debe inocularle odio
ni ánimo violatorio a las normas. ¿Por qué no guarda su malestar emocional solo para él? A pesar de lo sucedido, no voy a desviarme de mi objetivo inicial. Al Presidente le digo que mande a inspeccionar las líneas alrededor de la estación del Metro Pro Patria. Ninguna baja de los 5 bolívares. Es decir, un robo del 500 por ciento. ¡Chávez vive… la lucha sigue!



domingo, 21 de octubre de 2018

¿Qué pasa en PDVSA?,

En su último informe, la OPEP acaba de revelar una cifra sumamente preocupante para nuestro país: la producción petrolera venezolana sigue en caída libre.
Con respecto al mes de agosto, en septiembre se produjeron 42 mil barriles diarios menos. Lo que sitúa la producción nacional en 1 millón 197 mil barriles diarios.
Es el nivel de producción más bajo de las últimas tres décadas, solo superado por la caída de finales de 2002 principios de 2003, provocada por el sabotaje petrolero realizado por factores oposicionistas en el marco del intento de golpe de estado contra el presidente Chávez.
Estos datos, se publican un día después de firmarse por parte del Ejecutivo Nacional una nueva escala salarial con los trabajadores de la estatal petrolera.
Pero también se da a conocer el mismo día en que la refinería de Amuay presenta una extraña situación con la aparente fuga de gases del catalizador de azufre, lo que algunos usan como síntoma del deterioro operacional de PDVSA. Y en medio de una escasez de combustible que afecta a varios estados del país, en especial al occidente. Así como de gas domésticos en muchas otras zonas, incluyendo la Gran Caracas. Y justo cuando se avanza en los planes de aumentar el precio de la gasolina a niveles internacionales (que todavía no sabemos, dicho sea, exactamente a qué niveles se esta haciendo referencia).
Además, y tal vez este sea el dato más difícil de digerir, todo sucede en medio de un rebote de los precios de petróleo que lo sitúan a nuevo nivel de boom. En los actuales momentos, como se puede leer en la página web de PDVSA, el precio promedio de la cesta OPEP se ubica en 82 dólares, mientras que la venezolana en unos 75 dólares por barril.
Veamos el asunto en perspectiva:
  1. En diciembre de 2012, la producción de PDVSA se situaba en 2 millones 743 mil barriles diarios. Eso quiere decir que, de entonces a la fecha, hemos perdido alrededor de un 1 millón 500 mil barriles diarios.
  2. Pero no debemos olvidar que la producción optima del país, dado el lugar que ocupa en el seno de la OPEP, debería estar entre 3 millones 100 y 3 millones 200 mil barriles diarios. Es decir, si tomamos la menor de las dos cifras, se trata de una caída en torno a un millón 900 mil barriles día.
  3. Si calculamos estos niveles de producción con los precios promedios observados en los años transcurridos desde 2012 hasta septiembre de 2018, estamos hablando de pérdidas registradas en torno a 39 millardos de dólares. Es decir: la caída de la producción nos ha costado al menos 39 millardos de dólares, que no han ingresado al país y que bastante falta nos han hecho y hacen.
  4. Ahora, si consideramos los precios promedios actuales de la cesta venezolana (75 dólares por barril) con el precio promedio a comienzos de 2016, cuando se decretó la emergencia económica (21 dólares por barril), estamos hablando de una diferencia de + 54 dólares. Si volvemos a las cifras de la OPEP, para enero-febrero de 2016, la producción venezolana se ubicaba en 2 millones 558 mil barriles diarios. Se dijo aquel entonces que la caída de los precios dejó al país prácticamente sin ingresos. Y que había que prepararse para lo que ya no era una situación accidental sino estacionaria: no volverían los precios altos al mercado petrolero. Sin embargo, el caso es que, al sol de hoy, el precio es 3,3 veces el de 2016, pero como la producción actual es 1,7 veces menor, no estamos recibiendo el oxígeno del repunte petrolero. A los precios de hoy, por la caída de la producción, estamos dejando de percibir unos 73 millones de dólares diarios, que se traducen en unos 2 ,2 millardos de dólares al mes, si el caso fuere que mantuviéramos la producción de cuando comenzó la emergencia económica. http://www.15yultimo.com/2018/10/12/que-pasa-en-pdvsa/

Presidenciales en Brasil. Incertidumbre y una economía colapsada

Por Néstor Restivo
La economía de Brasil está colapsada como nunca, quizá, desde la crisis de 1930.
Pero la crisis política es también de tal hondura que, paradójicamente, nadie tiene tiempo para debatir, a escasas semanas de sus elecciones generales, cómo hará la mayor economía latinoamericana para salir de su pantano.
Es que todos los actores están envueltos en el lodazal institucional provocado por el golpe parlamentario que derrocó, hace dos años, a la presidenta Dilma Rousseff y que luego continuó con el encarcelamiento, por una causa judicial más que polémica, del candidato presidencial y ex mandatario Lula Da Silva, quien si no hubiera sido proscripto y obligado a ceder su lugar a otro compañero candidato, Fernando Haddad, habría de ganar las elecciones del 7 de octubre según coincidían todas las encuestas.

Músculos
Hasta 2013, el PIB de Brasil mostraba sus músculos en desarrollo, al cabo de varios años de gobierno del Partido de los Trabajadores, la única experiencia histórica de izquierda en un país mayormente conservador. Pero luego comenzó la debacle.
En parte producida, al inicio del ciclo recesivo, por el propio gobierno de Dilma, que giró hacia un programa más ortodoxo. En 2015 y 2016, la economía se contrajo 3,8 y 3,6 por ciento, respectivamente, y el año pasado apenas si se “recuperó” 1,0 por ciento.
Este 2018, los analistas la ven “creciendo” entre 0 y 1 por ciento, más cerca del primer número según  el economista Eduardo Crespo, argentino y profesor en la Universidad Federal de Río de Janeiro. Por ejemplo, en mayo pasado se registró la mayor caída en 15 años: 3,34 por ciento interanual.
Los especialistas Danilo Sartorello Spinola, de la United Nations University, y Javier Lifschitz, de la Universidad Federal del Estado de Rio, coincidieron sobre la gravedad de la situación.
Brasil tiene una coyuntura muy distinta a la Argentina. No tiene gran problema con su sector externo. Luce un superávit comercial robusto (64 mil millones de dólares en 2017 y casi 30 mil millones en el primer semestre de este año) y el resultado en cuenta corriente de su balanza de pagos también es positivo (en el primer semestre de 2018, de 3 a 6 mil millones de dólares, o sea 0,4 por ciento del PIB, mejor que el año pasado), ambos datos según el último informe de la Cepal. http://www.15yultimo.com/2018/10/06/presidenciales-en-brasil-incertidumbre-y-una-economia-colapsada/

La caza del Octubre Rojo tropicalizada. Génesis de una Cháveztroika “humanitaria”

Por. Alexander Riera
Este pasado domingo 07 de Octubre se cumplieron seis años de la última gran victoria electoral del presidente Chávez. Y a propósito de los acontecimientos que desde entonces hasta hoy nos han tocado afrontar para salirle al paso a la compleja crisis estructural marcada por nuestra histórica conformación socioeconómica e influenciada por la dinámica de la geopolítica internacional, en medio de una transición que no termina de superarse para dar paso a los cambios sistemático que han de fundamentar los principios rectores de la construcción del modelo socialista, propicio es el momento para Revisar la delicada situación actual en su verdadero contexto.
Y hacer las Rectificaciones a las que hubiere lugar, con el ánimo de Reimpulsar el proceso revolucionario que de su mano emergió como respuesta a las desigualdades impuestas por la degeneración del sistema capitalista que aún impera.

En este orden de ideas, entre las primeras reacciones luego del fatídico suceso sobrevenido de la muerte del Presidente Chávez cinco meses después de su victoria, destaca la publicación de un artículo en el diario El Universal con fecha del 11 de marzo de 2013, titulado: “El Fallecimiento de Hugo Chávez… ¿Y de su moneda?”, de la mano de Steve Hanke, economista conocido por sus posturas neoliberales y por ser uno de los articuladores de los artificios cambiarios llevados a la práctica para comandar el mercado paralelo de la divisa norteamericana en Venezuela, bajo el posicionamiento mediático impulsado por el portal web Dólar Today. Ya para aquel entonces, habían claras señales de que la línea estratégica del adversario para acabar con la Revolución Bolivariana, se inspiraría en los planteamientos que se hiciera Henry Kissinger para mantener el dominio imperial de los EEUU: “Controla los alimentos y controlarás a la gente, controla el petróleo y controlarás las naciones, controla el dinero y controlarás el mundo”.

Claro está, lo anterior no vino solo, porque en medio de las nacientes corrientes de pensamiento abiertas a nuevos esquemas para dar forma al mundo pluriporal, también impulsadas por Chávez y que, en esencia, es lo que el imperialismo ha buscado detener desde sus inicios para mantener su hegemonía, se les hizo difícil llevar a la práctica dicho plan, por no contar con el apoyo de algún país servil a sus intereses que le sirviese como aliado para desde sus espacios territoriales materializar los ataques sistemático en principio a nuestra economía hasta debilitarla. Esto a fin de crear las condiciones de precariedad que les permita generar una crisis esencialmente política, a consecuencia del descontento popular que con lo anterior se pretendió instaurar. http://www.15yultimo.com/2018/10/10/la-caza-del-octubre-rojo-tropicalizada-genesis-de-una-chaveztroika-humanitaria/