Así lo confirman divulgados hoy, lo que agita el debate sobre si el Gobierno adoptará medidas de estímulo económico.
La Oficina Nacional de Estadísticas de
China dio a conocer que el índice de precios al consumo (IPC) del mes
pasado aumentó un 1,4 % interanual, el menor registro desde noviembre de
2009, con lo que la inflación siguió la tendencia a la baja de los
últimos meses.
El IPC chino creció dos décimas menos
que en octubre, cuando se mantuvo en el incremento del 1,6 % que ya
experimentó en septiembre, tras una subida del 2 % en agosto.
En el acumulado desde enero a noviembre,
los precios subieron un 2 % en la segunda economía del mundo, una cifra
que de mantenerse al final de año sería inferior a la inflación de
2013, que se situó en un 2,6 %, y que también quedaría por debajo del
objetivo anual del 3,5 % fijado por el Gobierno chino.
La baja cotización del petróleo hizo
bajar los precios de la gasolina y el gasóleo en China un 5,6 % y un 5,9
% interanuales, respectivamente, destacó el analista de la Oficina
Nacional de Estadísticas china Yu Qiumei a la agencia oficial Xinhua.
Junto al descenso en los precios del
petróleo, las buenas condiciones meteorológicas, que permitieron una
mayor producción del sector agrícola y, por tanto, un aumento de precios
menor del esperado, contribuyeron a la ralentización de la inflación en
noviembre, añadió Yu.
Sin embargo, las economistas del banco
HSBC en China Julia Wang y Jing Li también apuntaron hoy, en un
comunicado, a la caída del precio del petróleo y a las bajadas de
precios de algunos productos, aunque destacaron que la “débil demanda”
es el principal motivo de un aumento del IPC “menor del esperado”.
“Aunque los factores por el lado de la
oferta sin duda importan, la demanda también se mantuvo débil y es de
hecho la razón fundamental detrás de la floja inflación”, explicaron las
analistas de HSBC.
El organismo estadístico chino también
divulgó hoy el índice de precios al productor (IPP) de noviembre, que
volvió a registrar caídas, esta vez de un 2,7 % interanual, de modo que
encadena casi tres años en deflación.
El IPP, indicador de los precios
mayoristas, sufrió en noviembre su mayor retroceso en año y medio, desde
junio de 2013, tras descender un 2,2 % en octubre y un 1,8 % en
septiembre.
Con ese dato, los precios al productor
suman ya 33 meses consecutivos de deflación, como consecuencia del
descenso de los precios de las materias primas, sobre todo del petróleo,
y de la demanda, así como al exceso de capacidad de la industria.
Estos datos agitan el debate sobre la
necesidad de la aprobación de medidas de estímulo adicionales por parte
del Gobierno chino y, además, su publicación llega mientras se celebra
la reunión en la que las autoridades del gigante asiático definirán su
plan económico para 2015.
De la Conferencia de Trabajo Económica
Central, que comenzó este martes, se espera que salga una rebaja del
objetivo de crecimiento al 7 % para 2015.
No obstante, tras la divulgación de los
indicadores de la Oficina Nacional de Estadísticas, algunos analistas
creen que se podrían adoptar también nuevas medidas de estímulo.
“Con una serie de datos de noviembre
débiles, desde los PMI a las exportaciones, creemos que el empuje del
crecimiento se ha ralentizado y que hay riesgo de bajada de la actividad
industrial y del crecimiento”, detallaron las analistas de HSBC.
“Al margen de la reciente volatilidad
del mercado, esperamos que el primer efecto de la débil demanda será que
traerá más relajación monetaria en los próximos meses”, pronosticaron
Wang y Li.
A finales de noviembre, el Banco Popular
de China, el banco central del país asiático, anunció la primera
reducción de la tasa de interés en más de dos años, con el objetivo de
reducir el coste del crédito y de impulsar la economía.
El banco central chino abrió entonces la
puerta a futuras intervenciones, al señalar: “si es necesario, se
proveerá liquidez a través de múltiples herramientas monetarias”.
Cada nuevo indicador que se publica
apunta a un enfriamiento de la segunda economía del mundo, que atraviesa
un momento de duda y en 2014 podría incumplir por primera vez en 15
años su objetivo anual de crecimiento, establecido en el 7,5 %.
La tasa de crecimiento del Producto
Interior Bruto (PIB) fue del 7,3 % interanual en el tercer trimestre,
inferior a la meta gubernamental para final de año y también el menor
dato trimestral desde 2009, en contraste con la del 7,5 % registrado en
el segundo y del 7,4 % en el primero.
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