La economía venezolana se ha ido dolarizando de manera informal al
punto que parte del sueldo o del paquete salarial de los empleados del
sector privado se paga en moneda dura, ante el avance desmedido de la
hiperinflación que erosiona el valor del bolívar.
Como en
cualquier proceso hiperinflacionario, las personas empiezan a
desprenderse rápidamente de la moneda local para hacerse de dólares y
tratar de preservar ese activo.
El escenario no es el de hace un
año cuando las grandes empresas otorgaban bonos en divisas a sus
empleados de altos o medios cargos. Ahora, asistentes, secretarias e
incluso hasta personal obrero perciben parte de su sueldo o una
compensación en moneda dura.
El pago se hace en divisas, pero el
registro contable de este costo se lleva en bolívares, al tipo de cambio
oficial que hasta ahora sigue siendo el Dicom, dice Miguel López,
director ejecutivo de Consultoría contable y financiera de EY Venezuela.
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